sábado, 7 de enero de 2012

Prólogo sobre "Don Pepe"


José Rodrigo
José Natalicio Lorenzo Manuel Rodrigo Navarro-Casete, abreviando José Rodrigo o como es mas conocido afectuosamente “Don Pepe”, nació en Lorca el 1 de diciembre de 1837 exactamente dos años antes del nacimiento oficial de la fotografía. Hijo del primer ayudante de infantería y de madre Lorquina.

Los primeros pasos de José Rodrigo en la fotografía son una incógnita. Aprendió su profesión con el fotógrafo francés, Roviera establecido en Barcelona, este era tío de su mujer y vivía con el matrimonio desde que contrajeron matrimonio en 1907.

Otros fotógrafos como Díaz Ponce y Rebollo pudieron ayudarle a familiarizarse con la imagen impresa por la acción de la luz y determinados procedimientos químicos.

Rebollo y José Rodrigo mantuvieron abierto conjuntamente un taller fotográfico.

Una de las cámaras que le perteneció se encuentra hoy en una colección particular, la cámara procede de fabricación europea, con una estructura de madera y metal por Goldman de Viena, un objetivo Voigtländer & Sohn con un iris de amplias posibilidades de 30cm. Este material podría ser de lo primero que utilizaba José Rodrigo por influencias de Rovira.

Para realizar sus fotografías según desvelan unas notas conservadas recibía la ayuda de una variación de iconómetro. Que le ayudaba a medir la luz para efectuar su disparo siempre a una abertura de F:8.



Durante su estancia en Lorca estaba instalado por su cuenta en la calle Rubira, en la casa familiar, trabajando posiblemente solo en retratos.

La infraestructura de su taller era de lo mas completo, una galería acristalada con todos los accesorios situada en la segunda planta que albergaba el edificio familiar donde también se encontraba una sala de espera, el despacho del fotógrafo y una habitación para el retoque y almacenamiento de clichés. La primera planta era ocupada por la familia y en la tercera se hallaba el laboratorio donde realizaba los contactos y ampliaciones.

Fotografía de José Rodrigo conservada a dia de hoy
Sus negativos que han llegado asta nuestra época están hechos de dos procedimientos diferentes, unas veces utilizaba colodión húmedo y otras gelatino-bromuro, las placas están procesadas con una perfección absoluta que solo a podido dañar su mala manipulación y conservación y el paso del tiempo. Muy rara vez retocaba directamente el negativo y cuando lo hacia su procedimiento habitual era utilizando tinta china.

La mayoría de sus positivos aparecen virados en tonos intensos de contraste agradable, los papeles de albumina que utilizó tienen una tonalidad que da sensación de un virado suave, respondiendo a una fijación de la imagen con cloruro de oto que le aseguraba una larga durabilidad, dándole una coloración parda, rojiza o violácea.

Compuso pacientemente siete álbumes de retratos desde 1870 hasta 1876, en los que recoge mas de 6000 positivos originales que utilizaba como muestrario en su taller para que el cliente eligiese los modos de pose, escenarios y accesorios con los que iba a ser retratado. Los retratos de José Rodrigo sirven para conocer individuos de diferentes clases sociales y han servido a Lorca ofreciendo una valiosa información complementaria para el estudio y caracterización de la sociedad lorquina del ultimo tercio del siglo XIX.

No buscaba a nadie para fotografiar salvo en casos especiales. En su colección se pueden observar curiosas imágenes de individuos o jóvenes parejas procedentes del campo o del medio urbano, para los que usaba fondos acorde a su distinción para figurar su entorno común, los retratos de José Rodrigo han sido clasificados como una fotografía amable, que debía ser aceptada , entendida y consumida preferentemente por la clase media alta.

El coste de sus trabajos desde inicios de los años 60 había adoptado una modalidad económica de retrato, una fotografía de 6 X 9 montada sobre cartón con los datos de este en la parte posterior, la reducción del coste de la fotografía permitió que un 20% de los personajes de su álbumes represente las clases sociales mas bajas.

Aunque el 6 X 9 fuese su formato mas usado también se han encontrado fotografías de 13 X 18, 9 X13 y un no tan frecuente 24 X 30.

En su colección son especialmente significativas aquellas fotografías en las que aparecen niños desnudos (nunca son niñas), y generalmente siempre los acompaña la madre, esto refleja la preferencia de la época por el sexo masculino.

Otros de sus retratos interesantes son los mosaicos familiares.

A finales de los años 60 y principios de los 70 comenzó a hacer paisaje urbano, de huerta, vistas panorámicas de la ciudad y una interesante galería de personajes populares.

Entre 1859 y 1866 consta la presencia en Lorca del retratista francés Leopoldo Rovira, quien trabajo en Lorca tutelando a su alumno José Rodrigo.

“El Diario del Cantón” (Cartagena) en su publicación del 24 de octubre de 1873 recoge una noticia documentada con las fotografías de José Rodrigo, este desembarco en Cartagena desde Valencia coincidiendo con que las tropa cantonales estaban recibiendo un duro ataque del ejercito de la nación, y fue cuando este actuó como reportero grafico, sus imágenes componen el mas fiel retrato de lo que en esos momentos estaba sucediendo en Cartagena.

Permaneció durante un tiempo en Almería, donde instalo su taller fotográfico en Garrucha. En 1874 recibió el encargo de “El Periódico Minero de Almagrera” de hacer unas vistas panorámicas sobre las minas, en esta serie se encuentran fotos de todas las minas e instalaciones importantes asentadas en Cuevas, Vera, Sierra de Almagrera, Pinar de Bédar, Herrerías, Garrucha, Palomares, Jaravía, Águilas y Mazarrón.

La exposición “El Siglo Minero” supuso una notable difusión de esta serie fotográfica y de la obra de este fotógrafo.

Fotografía de Jose Rodrigo de su coleccion sobre minas.

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